Resumen
Durante la mayor parte del siglo XX, el entorno en el que se desarrolló la Política Exterior de México (PEM) se caracterizó por la existencia de rígidas estructuras a nivel internacional, la Guerra Fría y a nivel interno, un sistema de partido único. En ese contexto, se forjó una “tradición” en la forma de conducir las relaciones internacionales de México, no sólo en lo que se refiere a los principios que la guían, sino también a los procesos de formulación, revisión y análisis en torno a ella. Sin embargo, desde finales de los ochenta comienza a transformarse dicho contexto por lo que resulta relevante preguntar ¿cuáles han sido las consecuencias en el nuevo escenario de competencia electoral en México para la PEM? Este artículo intenta responder esa pregunta analizando cómo el nuevo escenario político ha permitido la participación de nuevos actores en la PEM. Se hace énfasis en la participación del poder legislativo a través de las iniciativas de ley y los puntos de acuerdo.