Resumen
A lo largo de la primera década del s. XXI, las diferentes unidades políticas sudamericanas, en especial aquellas del Cono Sur, han intentado profundizar la consolidación democrática comenzada durante los años ochenta de la pasada centuria. A tal efecto, una de las principales acciones que éstas debieron implementar tuvo que ver con el otorgamiento de un nuevo papel a las Fuerzas Armadas, otrora actor político fundamental en la política doméstica de dichos Estados. En este sentido, durante los años noventa del s. XX aumentó considerablemente la participación militar en Misiones de Paz en el marco de la Organización de Naciones Unidades (ONU), lo que significó una nueva misión para el antiguo “Partido Militar”. Situación que continuó, con diferente acentuación y aceptación, durante el primer decenio del presente siglo. Siguiendo esta línea, el presente opúsculo tiene por objeto conocer cuáles fueron los motivos que impulsaron la participación argentina en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH, por sus siglas en francés). Se rastrearán las razones, en primer lugar, en los trabajos de destacados académicos y, en segundo lugar, en el debate parlamentario que precedió la aprobación de la ley – Ley 25.906 – que autorizó la participación de este país en aquella misión.