Resumen
La historia de Afganistán en los últimos 30 años se caracteriza por la inestabilidad, los conflictos y las guerras. Los intereses de los actores externos sumados a las alianzas locales han tenido un efecto devastador en un país marcado por el subdesarrollo y la fragmentación, pudiendo ser catalogado como un Estado fallido. El conflicto que se libra desde 2001 en este país, es especialmente intenso por el número y la diversidad de factores y actores que inciden, junto a la compleja interconexión de los mismos. Dicha complejidad se asienta en las propias características internas del país, en su ubicación geográfica y en las actuaciones de los actores domésticos y externos, planteando un importante desafío para su conversión en un país estable y próspero.